Preguntas y respuestas sobre la Bioenergética y su Estudio

¿Qué es la Bioenergética?

La Bioenergética es una metodología terapéutica que tiene un abordaje corporal como lo más significativo, lo que podríamos decir lo hace distinto a otras metodologías. No es solamente un trabajo verbal, de palabras. Es un trabajo donde observamos y trabajamos con el cuerpo, sobre el cuerpo, desde el cuerpo.

La bioenergética es además un trabajo profundamente analítico… es también, el análisis bioenergético. No es simplemente el trabajo con posturas y ejercicios corporales. Lo más importante y lo más significativo es: por qué trabajamos con las personas que sufren, que vienen a tocarnos el timbre a nuestro consultorio porque están padeciendo algún sufrimiento. 

Y tratamos de encarar el abordaje de una manera muy integral, no solamente entendiendo, sino también sintiendo, y combinando lo que pensamos y lo que sentimos, y a partir de allí tratar de encontrar un camino que resuelva ese padecer, ese sufrimiento.

¿Qué significa estar enraizado? ¿Qué es el enraizamiento?

Hay que sentirlo para poder entenderlo, creo yo. Pero estar enraizado significa estar en contacto con la realidad de tu cuerpo, con lo que te está sucediendo, con los otros, y con el universo.

Hay un enraizamiento que podríamos decir básico, que significa esto de tener los pies en la tierra. Como un árbol que está ahí de pie y tiene sus raíces, y desde ahí se para.

Pero el enraizamiento en bioenergética también implica estar en contacto con la realidad de tu vida. Hay un enraizamiento también que se da a nivel interpersonal, pero también hay un enraizamiento a uno mismo como un inner grounding. Estar enraizado significa conocerse, conocerse a uno mismo, y poder responder adecuadamente a los desafíos que vas teniendo en la vida con los pies en la tierra. No estar colgado, como diría Lowen, de una ilusión.

¿Cómo se trabaja en Bioenergética?

Hay muchas metodologías de abordaje terapéutico. Y para mí, sin embargo, es mucho más importante el terapeuta, que la metodología terapéutica.

La bioenergética es una de tantas. Y es muy difícil decir cómo se trabaja en bioenergética. Sino habría que decir cómo trabaja cada terapeuta bioenergético. Y cada uno trabaja distinto… Por eso digo yo creo en los terapeutas más que en las terapias.

El abordaje, de cada terapeuta, ya sea en bioenergética como en otras metodologías, tiene que contener básicamente una ética profunda, una enorme posibilidad de respeto hacia la persona con la que está trabajando. Tiene que tener también, el terapeuta, una amorosidad muy franca, muy honesta.

Y por supuesto que desde la bioenergética vamos a usar ejercicios corporales, trabajos verbales, análisis inclusive freudiano, lacaniano… vamos a mezclar todo lo que tengamos que mezclar para el abordaje en sí mismo. La bioenergética no es simplemente una metodología que descarta las demás psicoterapias.

Pero lo más importante insisto es el vínculo, la relación entre el terapeuta y el cliente, o el paciente. Y en esa relación, lo que queda muy en claro es que hay que trabajar con una persona, con un terapeuta, con quien uno se sienta muy muy muy confiado, y que sea confiable.

¿Qué es el Análisis Bioenergético?

El análisis bioenergético tiene muchas formas de ser explicado. Pero me parece que la más clara, la más precisa, es la que usaba Alexander Lowen para el análisis bioenergético. Él decía que es el proceso que nos permite entender la personalidad humana en función de los procesos energéticos del cuerpo.

Esto no quiere decir que nuestra mente, la palabra, quede afuera. Al contrario, por eso se llama análisis bioenergético, porque la forma, por lo menos lo que en nuestra escuela traemos a la hora de formar terapeutas, es una forma de abordaje que nos permita reconocer cómo están operando estos procesos energéticos en el cuerpo de la persona que está viniendo a vernos, consultando, tanto como la forma en la que esa persona se entiende a sí misma, entiende el mundo que la rodea, se cuenta su propia historia, es decir, el análisis bioenergético tiene mucho que ver con conocer el entramado mente-cuerpo. Y esto nos lleva a tener que permitirnos preguntarnos muy profundamente sobre qué es la energía, qué es un proceso energético y qué es la mente.

¿Qué le puede aportar la Bioenergética al psicólogo, al psicoanálisis?

Por lo menos en mi caso, cuando yo estudié, solamente estudiabas psicoanálisis en la facultad de psicología y tenías que definir si era afroideano o lacaneano.

En ese momento yo elegí toda la línea lacaneana. Seguí estudiando en la Escuela Afroideana de Buenos Aires… y mucho después apareció por casualidad la bioenergética como una rama que profundiza: es terapia de análisis bioenergético, profundiza y toma del psicoanálisis todo.

O sea que todo el recorrido que ya tenía hecho me servía. Pero cuando empecé a leer, a ver y a sentir en mi propio cuerpo, lo que significaba en la terapia, no solamente hablar de los temas sino vivenciar, ¿no?. Estoy hablando del miedo, pero de repente estoy haciendo una interacción con mi terapeuta en la cual me pongo en contacto con el miedo. Me doy cuenta de qué me estoy defendiendo, cómo puedo atravesarlo.

Trabajar con el cuerpo permite atravesar a veces muchas situaciones que llevaban de la otra manera, solamente con la palabra, muchos años. De hecho se conoce tradicionalmente como cuántos años de terapia llevan, y la bioenergética tiene esa capacidad de en relativamente poco tiempo, no digo que sean procesos mágicos, requieren su tiempo, pero tiene esa posibilidad de ir integrando el cuerpo, las emociones, el lenguaje, de una manera mucho más integral para ver a la persona y desde ahí también su conexión con lo espiritual, porqué dejarlo de lado.

¿Cómo el terapeuta en bioenergética puede "leer" un cuerpo?

Sí, bueno, es una de las habilidades más difíciles de desarrollar. Uno veía a nuestros maestros leer el cuerpo y cómo puede, sin decir una palabra a la persona, el terapeuta, relatar parte de su historia, importante de su historia. Y como el cuerpo no miente y se va estructurando a lo largo de la vida a partir de cómo va enfrentando los desafíos… a partir de la vincularidad y el apoyo que tiene o no de su entorno

Eso se va estructurando de alguna forma. Por eso hay algo que se llaman las estructuras de carácter, rasgos de personalidad comunes a determinadas situaciones en la historia, que a veces hay personas que comparten, y que conforman una forma en el cuerpo.

Pero lo que se lee no es solamente esa estructura, que se estudia. Se lee cómo se vive en esa persona de manera absolutamente individual, en el hoy. Se aprende a leer el cuerpo a partir de entender qué dicen los ojos, cuánto brillo, cuánta carga energética hay. La bioenergética mira al cuerpo en función de sus procesos energéticos. ¿Y cómo se ve lo energético en el cuerpo? En función de cómo respira, o hasta dónde respira o deja de respirar, del brillo de los ojos, del brillo de la piel y el color de la piel, de los movimientos que puede hacer y los movimientos que no puede hacer, de la tonicidad muscular, de las simetrías y asimetrías… Hay muchísimas formas de acercarse a una interpretación de lo que le está pasando a la persona a partir de aprender a leer el cuerpo. Y es un camino que no tiene fin.

¿En qué hace foco la Terapia Bioenergética a la hora de acompañar un proceso?

En la terapia bioenergética hay como tres pilares que de alguna manera forman parte de los procesos que de alguna manera son los que sustentan cualquier proceso.

Uno es las ganas de conocerse a uno mismo, el autoconocimiento. Pero no se termina ahí. Lo importante es transformarnos y no solamente entender lo que nos pasó. Sí es muy importante entender lo que nos pasó y poder identificar cómo eso se está jugando en el presente.

A partir de ahí se trabaja también toda una línea que tiene que ver con la autoexpresión, poder decir, yo hablaba de poder pedir, poder decir que no, poder decir lo que siento a partir de estar en contacto con lo que siento.

Y por otro lado está todo el tema de la autorregulación. Hay muchos que dicen que el tercer pilar que Lohen pone como autoposición, self-possession, hoy después de los avances de las neurociencias lo llamaría autorregulación. Y que tiene que ver con esto de poder regular mi energía en función de las necesidades del entorno y en poder seguir viviendo a pesar de y a favor de lo que me está sucediendo.

Esos son como tres focos, podríamos decir, en el análisis bioenergético.

¿Qué es la energía para un terapeuta bioenergético?

Me parece que uno de los objetivos más importantes que buscamos cuando trabajamos en análisis de un energético, tiene que ver con procurar que la persona que viene a nuestra consulta experimente la posibilidad de sentir en su cuerpo los mayores niveles de vitalidad posible.

Y esto es complejo, a la vez que muy simple. Complejo, porque experimentar los mayores niveles de vitalidad, no está asociado a estar contento, no me preocupa nada, logré deshacerme de mis sufrimientos. No. Es la posibilidad de encontrar en el cuerpo, un lugar confiable y seguro para atravesar, no solamente momentos positivos, de felicidad y de alegría, sino también para atravesar los dolores que van a seguir sucediéndonos en la vida.

La complejidad de esto es que nuestro cuerpo tiene memoria, y parte importante del trabajo del terapeuta es entender cuáles son las situaciones que se reflejan en el cuerpo, que podríamos terminar de aprender a leer. Un terapeuta sobre todo lee el cuerpo, lee la manifestación de la energía en el cuerpo… Entonces buscamos que esa capacidad, ese recurso que tiene el terapeuta, ayude a esta persona a trascender algunas de esas barreras que se crean, que se imprimen en el cuerpo, y que tiene que ver seguramente con aprendizajes en su historia que lo llevaron en muchas situaciones a contraerse, a rigidizarse, a cristalizarse, y eso, rigidizarse, cristalizarse, contracción, es lo que normalmente solemos hacer cuando nos enfrentamos a situaciones que nos dan miedo, cuando nos enfrentamos a situaciones que nos generan la sensación de que algo malo nos podría pasar. En realidad, en ese sentido estamos hablando de que el cuerpo sabe como ponerse a salvo, pero a veces es a costa de la vitalidad.

¿Cuál es el origen de la Escuela de Bioenergética Argentina? ¿En qué criterios se basa?

La historia comienza con varias derivaciones que yo le hago a la Escuela de Florida en Estados Unidos, la escuela de Bob Glazer. ¿Por qué? Porque para mí, Bob Glazer fue una persona muy importante en la bioenergética. Siguió los pasos que Lowen le pidió que siguiera y se animó a hacer algo que el Instituto Internacional de Análisis Bioenergético nunca se animaba, que es a aceptar a alumnos que no fuesen ni psicólogos ni médicos. Y esto me pareció importantísimo, porque yo veía a muchas personas con mucha capacidad de ser terapeutas bioenergéticos, pero no podían ingresar a ninguna escuela porque no eran médicos o no eran psicólogos. La escuela de Florida de Bob Glazer lo permitía. 

Yo hice varias derivaciones y Bob Glazer me pidió que viajara a Estados Unidos para que nos conociéramos personalmente. Al conocernos, nos dimos cuenta que teníamos muchas ideas en común, muchas cosas en común. Y él inmediatamente me hizo el ofrecimiento de empezar la escuela en Buenos Aires como una sociedad con la escuela que él dirigía… ya hacía 25 años que la tenía en Florida. 

Ahí interviene también Silvina Henríquez que se estaba certificando en la escuela de Bob, y decidimos hacer una especie de sucursal de la escuela de Florida en Buenos Aires y en Santiago de Chile al mismo tiempo, con esos criterios éticos, con esos criterios básicos, de respetar a cualquier ser humano que quiera aprender esta terapia, esta metodología, para trabajar con otras personas sin necesidad de haber estudiado medicina y psicología.

¿Cómo está estructurada la Formación en Bioenergética de la Escuela?

Nuestra escuela está estructurada en dos ciclos. Cada ciclo tiene una duración de dos años, o de ocho talleres vivenciales.

El primer ciclo, que abarcaría los primeros ocho talleres vivenciales, es para la formación de la base en terapia bioenergética, y en donde se intensifica el proceso personal de cada alumno. Los dos primeros años son muy recomendables para que cada alumno haga un proceso muy profundo consigo mismo y el objetivo es que pueda trabajar coordinando grupos a través de los ejercicios de bioenergética.

El segundo ciclo, que también requiere ocho talleres vivenciales, es para formarse como terapeuta bioenergético y trabajar con distintas personas o distintos grupos. Es ya la parte académica más delineada hacia enfocar esta profesión de terapeuta bioenergético, para lo cual se requieren horas de terapia personal, horas de supervisión. Se requieren otro tipo de exigencias que son distintas a los primeros dos años del primer ciclo de formación.

¿Existe algún acompañamiento particular de los alumnos?

En este proceso que cada alumno va a llevar a lo largo del año, del curso, de su formación, va a tener asignado a un tutor de la escuela. El tutor es alguien que está abocado, dedicado, a acompañar en lo que nosotros creemos que son nuestros valores muy importantes en la escuela, que es mantener la singularidad de cada uno de nuestros alumnos. Cada quien va a necesitar un acompañamiento personalizado.

Si yo soy alumno de la escuela, a lo largo del año de formación, voy a tener a este tutor con quien voy a poder conversar, con quien voy a poder resolver dudas, preguntas, con quien voy a poder profundizar en esas propuestas y en esas consignas que la escuela me propone en cada trabajo práctico.

¿Quién puede inscribirse en la Escuela de Bioenergética Argentina? ¿Qué debe hacer?

Nuestra Escuela da la bienvenida a todo aquel que esté interesado en trabajar con el sufrimiento humano, en realidad. Con salir de los lugares que nos hacen sufrir, y acompañar a otros en procesos que los conecten con la vitalidad, con el bienestar. Personas que estén interesadas en su propio desarrollo personal, en cómo funcionan los procesos saludables, emocionales, del ser humano.

Creo que damos una formación que trata de ser muy responsable también en relación a cómo acompañar a un otro de una forma ética y respetuosa, consciente de los múltiples recursos que la bioenergética nos proporciona, y también consciente de los límites que también un bioenergetista tiene.

Para inscribirte, bueno, tienes que entrar en nuestra página web, primero que nada (escueladeoenergetica.com). Allá hay un programa con todo detalle, paso por paso, de lo que implica formarse con nosotros, los contenidos que trabajamos, que son múltiples, que son la base del análisis bioenergético desde sus orígenes, todas las actividades prácticas y teóricas que se dan a lo largo de la formación, los costos, el lugar donde se da.

Y si te interesa, la idea es que busques, hay un formulario que tienes que rellenar para que nosotros tengamos noticias de que estás interesado. Se te convocará a una entrevista donde se te confirmarán algunos datos sobre lo que significa formarte con nosotros, y a partir de ahí serías convocado al primer taller del año.

Pasos para inscribirse
a la Escuela de Formación en Bioenergética.

¿Qué tiempo y requisitos conlleva la Formación en Bioenergética en la Escuela de Bioenergética Argentina?

La formación de terapeuta bioenergético es un proceso, es un viaje de cuatro años de formación. Ahora bien, nosotros siempre decimos que puedo tomarme el tiempo que necesite, no necesariamente mi pasaje por la escuela para ser terapeuta bioenergético me va a llevar cuatro años, puede llevarme seis, puede llevarme ocho. Lo mínimo serían cuatro años porque ese es el mínimo que consideramos necesario para entregar la formación que nos parece necesaria.

La estructuramos en dos ciclos.

Quien entra a nuestra escuela no necesariamente tiene que salir terapeuta bioenergético, puede convertirse en un facilitador, coordinador de grupos de ejercicios de bioenergética, no terapeuta. Y en esos dos primeros años profundizará, trabajará sobre todo en el desarrollo personal, en el desarrollo de sí mismo, tendrá seguro muchos recursos y algunas técnicas de bioenergética, pero va a trabajar fundamentalmente en observarse a sí mismo en función de esta metodología.

Cada ciclo contiene la vivencia de al menos nueve talleres presenciales. Por supuesto estamos en una época en la que la presencialidad siempre es si se puede [nota del editor: se estaba saliendo recién de la pandemia por COVID-19], en el sentido de que cuando los talleres por alguna razón no pueden ser presenciales, serán virtuales. Son más o menos un taller cada dos meses y medio a lo largo de los nueve o diez meses del programa en sí, del año en sí, del año en curso, y se le agrega siempre un taller que lo puedes hacer en los dos primeros años cuando tú decidas, que es un taller mucho más enfocado en algunas partes de la técnica y práctica de los recursos de bioenergética.

Pero más allá de estos talleres presenciales, o virtuales si se diera el caso, va a haber todo un trabajo continuado que busca la continuidad entre taller y taller, guiado por una serie de propuestas que va a tener que realizar cada alumno a su tiempo, a su manera. Hay un trabajo práctico que hay que entregar a tiempo, entre taller y taller. La asistencia a los talleres, tanto como la realización de los trabajos prácticos, forman parte de los criterios que nosotros vamos sumando a la hora de decidir finalmente cuando termina la formación, de que la formación se ha hecho en tiempo y en forma. Son indicadores que nos permiten dar cuenta de que la persona ha ido atravesando por lo menos algunos hitos que nos parecen irrenunciables en esta formación. Hay sugerencias y consignas de experimentación, por supuesto de profundización, por supuesto de lectura. Vamos a incursionar en temas que tienen que ver con prácticas que son necesarias para conocer en la formación de un terapeuta. No solamente vamos a conocer recursos y técnicas, vamos a conocer también cuáles son los límites de la bioenergética que los tiene. Por lo tanto, aprendemos también a encontrar los signos, las indicaciones en las cuales yo voy a tener que derivar a otros profesionales cuando llegue el caso en relación a la persona que viene a consultarnos.